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Conservadora del CNCR expone acerca del caso de estudio del Niño Dios de Sotaquí
“Se potenció el trabajo interdisciplinario e interinstitucional desde una perspectiva novedosa. Una de las líneas transversales del proyecto de investigación es la exploración de un modo de trabajo que, en términos metodológicos, incorpore la comunicación entre profesionales de distintas disciplinas de manera que puedan llegar a formularse preguntas en conjunto para resolver problemáticas comunes asociadas a los objetos, no solo desde su materialidad, sino también desde ésta como indicadora de las prácticas simbólicas de las comunidades en las que dichos objetos transitan o lo hicieron, y que, en definitiva, dan cuenta de su modo de circular como bienes desde la perspectiva de la cultura material. Replicar dicho aprendizaje en términos metodológicos es un aporte a futuros proyectos de la institución”, señala Carmen Royo Fraguas, coordinadora de programas de la Unidad de Patrimonio Construido y Escultórico (UPCE) del CNCR, acerca de su reciente participación en la comisión al extranjero —Buenos Aires, específicamente— que posibilitó exponer y sostener una discusión interdisciplinar acerca del caso de estudio del Niño Dios de Sotaquí.
Esta comisión, que tuvo lugar entre el 1 y 5 de agosto, se enmarcó en el programa de trabajo del Fondecyt Regular N°1200553 “Esculturas de madera del niño Jesús en Chile, siglo XVIII-XXI. Investigación y análisis de la objetualidad de un artefacto religioso desde los llamados Estudios de la Cultura Material”, coordinado por la académica del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica, Olaya Sanfuentes Echeverría, y en la que Carmen participa como investigadora, representando al CNCR.
Sus objetivos fueron conocer el abordaje metodológico implementado por instituciones y profesionales del área, de referencia internacional y latinoamericana, en la investigación e intervención de escultura policromada de los siglos XVIII al XXI; y fortalecer las redes de colaboración interdisciplinarias en América Latina en el área de la investigación y conservación del patrimonio cultural.
Además de la exposición desarrollada el 4 de agosto, donde se abordó el trabajo realizado con el Niño Dios de Sotaquí desde 2020 en el marco de investigación y su actual intervención de restauración, Carmen Royo pudo visitar centros de conservación, restauración e investigación como el Centro TAREA (TAREA-IIPC), que pertenece a la Escuela de Arte y Patrimonio de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el Centro de Investigación en Arte, Materia y Cultura (IIAC) de la Universidad Tres de Febrero (UNTREF); museos con colecciones similares a los objetos de estudio en tipología, material o cronología del proyecto, como el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco y el Museo Nacional de Arte Decorativo ; además de revisar la información generada y la proyección de trabajo del último año del proyecto de investigación.
“Considero que el CNCR debiese seguir participando en esta actividad, entendida no solo como la participación en proyectos de investigación de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) sino también todas las actividades específicas que de éstos se derivan, como esta comisión al extranjero. La discusión interdisciplinar con profesionales del área, realizada durante la misma, son un aporte a la institución puesto que permiten avanzar en la resolución de las preguntas asociadas a las hipótesis de investigación. Además, contribuyen al desarrollo profesional de las funcionarias y los funcionarios; y la consolidación de las relaciones internacionales establecidas desde hace años entre el CNCR e instituciones pares argentinas; lo que es extrapolable al afianzamiento de las relaciones bilaterales del Serpat entre ambos países”, afirma Carmen Royo.
Las reuniones sostenidas, añade, permitieron formular nuevas preguntas, reformular algunas de las existentes y proponer vías de estudio alternativas. En este sentido, “el impacto de la misión subyace, por una parte, en la generación de nuevo conocimiento en torno al patrimonio chileno y, por otra, en el fortalecimiento de las relaciones entre instituciones pares, fomentando el desarrollo futuro de trabajos colaborativos”, afirma.
“La asistencia a la comisión fue una excelente oportunidad para aprender de los modos de proceder de otros grupos de trabajo, afianzar la metodología del proyecto y fortalecer relaciones institucionales, tanto entre las instituciones chilenas —PUC y CNCR— como con las instituciones argentinas. Se comprometió mantener el contacto con los equipos de los centros de investigación”, concluye.